El consenso general en la prensa especializada y la crítica es que Alemania debería alcanzar, sin mayores contratiempos, los octavos de final del Mundial de Fútbol 2010, pues la suerte volvió a estar de su lado: Ghana, Australia y Serbia, sus contrincantes en el grupo D, son selecciones de categoría, pero ni mucho menos las más peligrosas o temidas.
La recomendación que se le hace al combinado germano es que, desde ya, la preparación del torneo se plantee pensando en los enfrentamientos de la siguiente ronda, que se librarían contra el primero o el segundo del grupo C, donde los equipos más fuertes son Inglaterra y Estados Unidos.
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